Fragmento de un relato titulado “llamando a estación polar” en el cual el capitán… único superviviente de una expedición perdida intenta contactar con el campamento base situado en la estación polar cercana al polo sur.
-¡Estación Perdida 630, llamando a estación Polar 645!
-¡Estación Perdida 630, llamando a estación Polar 645!
Hoy es 29, Ya se nota que va llegando la primavera, sin embargo pienso que en estos últimos días de septiembre estarán llegando a mi tierra de forma repentina los vientos que vienen del norte y con ellos ya habrán llegado los primeros fríos.
Me imagino a aquellos que pasean por el camino que discurre junto al río, y de repente sienten como se les queda helado el cuerpo y tienen que refugiarse en el interior de algún local huyendo de la brisa que les hará sentir una sensación que ya casi habían olvidado.
Los árboles del parque habrán comenzado a pintar de amarillo sus hojas y despacio pero con decisión se dispondrán dentro de poco a desprenderse de ellas para formar las espesas alfombras sobre los caminos y a la que el viento con sus soplidos ira cambiando de sitio. Las tardes se habrán acortado y ya se verán cada vez menos parejas que paseen y casi nadie se sentará en las terrazas a contemplar como llega la noche.
El cielo cambiará cada día un punto de tono el color brillante que tenia hace algunos meses y sin darnos cuenta ya tendrá una luz muy distinta a la de hace pocas semanas, que aunque aun no será triste ya no tendrá la alegría de las tardes pasadas.
Todos se prepararán para algo que piensan que va a ser más duro y más triste. Los libros habrán bajado de las estanterías y se colocarán en las mesitas de la sala de estar dispuestos a aportar la carga de sueños que la oscuridad se empeña en quitarnos.
La ciudad entera parecerá más silenciosa, como si se estuviese despidiendo en cada instante de una vida alegre que se marcha con esas bandadas de pájaros que se encaminan hacia el sur.
Por aquí también pasan en estos días las bandadas de aves. Cuando las veo pasar imagino que poco tiempo después llegarán hasta vuestra posición y sobrevolarán vuestro campamento, cuando las veáis poned mucha atención a ellas porque a todas les he dado algún mensaje para vosotros.
He estado en el almacén de la estación y he preparado todo el equipo que necesitaré en los próximos meses, todavía tengo suficiente material como para no pasar apuros. Las reservas de alimentos y de combustible deben de ser suficientes para que pueda subsistir sin demasiados problemas, además no he perdido aun la esperanza de encontraros.
Seguiré llamando cada día por la radio con la esperanza de que alguna vez me contestéis y podamos establecer contacto, mientras esto ocurre permanezco a la escucha…
- Aquí Estación Perdida 630, si me habéis recibido, corto.
-¡Estación Perdida 630, llamando a estación Polar 645!
-¡Estación Perdida 630, llamando a estación Polar 645!
Hoy es 29, Ya se nota que va llegando la primavera, sin embargo pienso que en estos últimos días de septiembre estarán llegando a mi tierra de forma repentina los vientos que vienen del norte y con ellos ya habrán llegado los primeros fríos.
Me imagino a aquellos que pasean por el camino que discurre junto al río, y de repente sienten como se les queda helado el cuerpo y tienen que refugiarse en el interior de algún local huyendo de la brisa que les hará sentir una sensación que ya casi habían olvidado.
Los árboles del parque habrán comenzado a pintar de amarillo sus hojas y despacio pero con decisión se dispondrán dentro de poco a desprenderse de ellas para formar las espesas alfombras sobre los caminos y a la que el viento con sus soplidos ira cambiando de sitio. Las tardes se habrán acortado y ya se verán cada vez menos parejas que paseen y casi nadie se sentará en las terrazas a contemplar como llega la noche.
El cielo cambiará cada día un punto de tono el color brillante que tenia hace algunos meses y sin darnos cuenta ya tendrá una luz muy distinta a la de hace pocas semanas, que aunque aun no será triste ya no tendrá la alegría de las tardes pasadas.
Todos se prepararán para algo que piensan que va a ser más duro y más triste. Los libros habrán bajado de las estanterías y se colocarán en las mesitas de la sala de estar dispuestos a aportar la carga de sueños que la oscuridad se empeña en quitarnos.
La ciudad entera parecerá más silenciosa, como si se estuviese despidiendo en cada instante de una vida alegre que se marcha con esas bandadas de pájaros que se encaminan hacia el sur.
Por aquí también pasan en estos días las bandadas de aves. Cuando las veo pasar imagino que poco tiempo después llegarán hasta vuestra posición y sobrevolarán vuestro campamento, cuando las veáis poned mucha atención a ellas porque a todas les he dado algún mensaje para vosotros.
He estado en el almacén de la estación y he preparado todo el equipo que necesitaré en los próximos meses, todavía tengo suficiente material como para no pasar apuros. Las reservas de alimentos y de combustible deben de ser suficientes para que pueda subsistir sin demasiados problemas, además no he perdido aun la esperanza de encontraros.
Seguiré llamando cada día por la radio con la esperanza de que alguna vez me contestéis y podamos establecer contacto, mientras esto ocurre permanezco a la escucha…
- Aquí Estación Perdida 630, si me habéis recibido, corto.
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